Este verano podrás disfrutar de platos saludables y muy ricos sin necesidad de largas elaboraciones o ingredientes imposibles. Te proponemos una deliciosa receta de pollo al ajillo tradicional para que contentes a grandes y niños a la vez.
Ingredientes
Para elaborar este sencillo plato para unos 3 o 4 comensales necesitarás ingredientes tan básicos de tu cocina como un pollo troceado (lo mejor es que tenga unos dos kilos de peso), además de aceite de oliva virgen, pimienta, sal, vino blanco (500 ml), ajo (entre 10 y 12 dientes), y aromáticas como romero, tomillo y un par de hojas de laurel.
Preparación
Comienza con trocear el pollo, lavarlo bien y dejarlo secar. Tras esto, ya puedes salpimentarlo al gusto y añadirle tomillo y romero. Déjalo aparte hasta que lo necesitemos de nuevo.
Después, vierte en una cacerola aceite, los ajos enteros, aplastados y sin pelar, dejándolos a fuego medio unos minutos y apartándolos después. Será en el mismo aceite de esta elaboración donde añadamos el pollo con laurel y lo freiremos bien por ambos lados. Para ello, si el pollo es muy grande, lo puedes elaborar en varias tandas y siempre removiendo de vez en cuando. En total, tardarás entre 20 y 25 minutos a fuego medio.
Una vez que esté listo, deberás retirar todo el aceite que sobre y añadirle tanto los ajos como el vino, para dejar que se reduzca a fuego lento durante un rato. Lo ideal es que de vez en cuando muevas los muslos para que tome bien el aroma del vino. Cuando veas que este se ha consumido y se ha formado una salsita espesa, estará listo tu plato.
Puedes presentarlo con una guarnición de patatas o ensalada y sobre todo, debe estar caliente a la hora de servir. Prueba la receta de pollo al ajillo y verás como repites a menudo.
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